Nuestras actividades diarias consumen grandes cantidades de agua. Por ejemplo, una bombilla incandescente de 60 W, encendida durante 12 horas al día, consume 2.380 litros de agua al año. Por ello, uno de los principales desafíos al hablar de la escasez de agua es centrarnos precisamente en los entornos en los que en la actualidad no notamos la falta de agua pero que sí lo haremos en los próximos años.
Robert Glennon, profesor en la Universidad de Arizona y uno de los mayores expertos estadounidenses en derecho medioambiental y leyes del agua, subraya unas cifras escalofriantes: “Alrededor de 1.100 millones de personas no tienen a su disposición agua apta para el consumo; 2.800 millones carecen de sistemas de potabilización y, como consecuencia de ello, unos dos millones de personas mueren cada año de enfermedades intestinales como el cólera”.
El agua ha estado caracterizada, tradicionalmente, por su defecto. Los movimientos demográficos y el cambio climático, como resalta Glennon, “están convirtiendo muchas zonas del mundo en ciudades en medio de desiertos: lugares donde los recursos hídricos no pueden sostener a la población”.
Por su parte, Josua Busby, docente en la Universidad de Texas y el Council of Foreing Relations de la región, destacada que “hasta ahora, algunos países como España, México, Sudáfrica o Chile han sufrido cierto estrés hídrico y han podido comprobar en sus propias carnes las tensiones que la escasez de agua puede crear, pero esto será un juego de niños comparado con lo que está por venir. Cada vez hay menos agua en el mundo ya que la demanda no ha parado de aumentar, pero los recursos permanecen estables”.
De otro lado, también es importante recalcar los datos del World Resources Institute. Sus herramientas nos permiten combinar diversas dinámicas y tendencias para analizar qué regiones del mundo tendrán mayores problemas con el agua en 2030. La estimación es: zonas como Estados Unidos u Oriente Medio tendrán grandes problemas, pero España, México y varias zonas del resto de América Latina no quedarán atrás.
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